La historia y evolución del bikini a lo largo de los años

La historia y evolución del bikini a lo largo de los años

Conoce cómo ha sido el cambio década a década de esta icónica prenda desde su creación en los años cuarenta del siglo pasado.

5 de julio de 1946, esa es la fecha exacta del nacimiento del bikini. Ese día, en París, Louis Reard presentó una propuesta para baño que revolucionará para siempre la moda que tuvo una gran repercusión mediática aunque no terminó de ser aceptada por la sociedad hasta muchos años después.

1940

¿Sabías que en los años cuarenta del siglo XX la ropa de baño estaba hecha con materiales como el lino o el algodón y que, al entrar en el agua y mojarse, duplicaban su peso? En esta época triunfaba la estética “delantal” con volantes y, aunque tímidamente, aparecieron los primeros dos piezas en los que ocultar el ombligo era un must. El bikini no era una de las prendas más queridas y su fama se vio todavía más perjudicada cuando la actriz y nadadora Esther Williams, conocida como “La sirena de América” se negó a llevar uno.

1950

Brigitte Bardot y la Costa Azul francesa se convierten en el centro europeo del turismo... y del bikini. Todo ello gracias al estreno en 1952 de La chica del bikini, donde la actriz aparece luciendo una de estas prendas. En Estados Unidos, a pesar de que algunas chicas pin up habían empezado a llevar bikinis, las actrices no las tenían todas consigo e incluso Jane Russell confesó que se sentía “demasiado desnuda” llevando un bikini.

1960

Es en la década de los años sesenta cuando el bikini se convierte, por fin, en un imprescindible en el armario de las mujeres. Buena parte de ello se debe a que se comenzaron a fabricar con nylon, por lo que se adapta perfectamente al cuerpo y las curvas de las mujeres. En esta época, la revista Sports Illustrated lanzó una edición especial en la que recopila los mejores bikinis de todo el año y en la que aparición una de las imágenes más sonadas de la época Ursula Andress luciendo esta prenda en Dr. No, la película de James Bond.

1970

Los bikinis comienzan a reducir su tamaño en los años setenta y un nuevo protagonista aparece en ellos: el ganchillo. De hecho, es en esta década cuando Rudi Gernreich lanza el tanga como respuesta a la prohibición nudista de las playas de Los Ángeles.

1980

No se puede hablar de los años ochenta sin mencionar los vídeos de ejercicio de Jane Fonda y la estética sporty que lo invadió todo: aerobic, calentadores y mallas color flúor (junto con gomas de tela para el pelo, zapatillas y riñoneras) dieron la vuelta al mundo. Como es natural, después de tanto ejercicio se quería presumir de los resultados, por lo que los bikinis por encima de la cadera, aquellos que dejaban ver las trabajadas piernas en su plenitud, fueron un éxito.

1990

Gracias a series como Los vigilantes de la playa o 90210, California se convirtió en el centro de todas las miradas. Así, mientras que Pamela Anderson correteaba por la playa con un bañador rojo presumiendo de piernas infinitas, Annalynne Mccord causaba furor por sus conjuntos con estampado de leopardo.

2000

Si cuando nació el bikini, enseñar el ombligo se consideraba de muy mal gusto, con el cambio de siglo esto se convirtió en un requisito indispensable para que se viera otra de las modas de la época: los piercings en el ombligo. En la playa, los bikinis en forma de triángulo en tonos metalizados causaban furor.

2010

Aún es pronto para dictar sentencia pero parece que esta década el bikini se ha sumado a la tendencia sporty rescatando el espíritu de los años ochenta. Frases como healthy is the new skinny y yoga, una forma de vida parecen representar la mentalidad de nuestra sociedad actual, en la que el deporte y la vida sana son el centro del mundo. Así, el bikini se ha adaptado a nuestras necesidades con cortes que se ajustan a la perfección a nuestros cuerpos y permiten amplia libertad de movimientos. ¿Y qué se lleva con él? La tendencia normcore, que se ha adueñado tanto de la playa como del asfalto. Y si tuviéramos que elegir un accesorio para guardar en la cápsula del tiempo, las gafas de sol redondas con aire futurista tendrían un puesto privilegiado en ella.

Fuentes: MC

Regresar al blog